viernes, 21 de septiembre de 2007



El profundo vínculo entre Freddie y Mary nunca se rompió, a pesar de que ambos tuvieron varias parejas y ella tuvo hijos. El lazo entre ambos iba mucho más allá, había verdadera fidelidad emocional entre ellos dos.Fue un alivio cuando Freddie logró contarle a Mary que, a pesar del afecto que sentía por ella, sus preferencias sexuales tenían una orientación diferente. Lo que Freddie le dijo a Mary no la sorprendió y ella le mostró su total apoyo. Quizás esa fue sólo otra muestra del amor verdadero que existía en esa relación.“Cada mañana me levanto y muero un pocoApenas puedo mantenerme de pie, me miro al espejo y lloro”.(Alguien a quien amar - Somebody to love – Freddie Mercury)Freddie decía ser aburrido debajo del escenario, un hombre normal, distinto al que idolatra el público, y que esa característica tal vez desilusionaba a algunas personas. A veces se sentía vulnerable como un bebé, pero otras veces muy fuerte, especialmente cuando era la figura que brillaba ante la audiencia. Dentro de su casa era tímido, disfrutaba ocupándose de sus gatos y del jardín.Le encantaba hacer compras para la casa, y especialmente hacer regalos a las personas para ver sus caras cuando los recibían. En su gusto personal tenía una especial predilección por los jarrones.Amaba el arte Japonés y tenía una predilección particular por ese país, donde Queen había sido tan bien recibido. En “A day at the races”, Freddie regala una hermosa canción llamada “Teo Torriatte (Let Us Cling Together)”, cantada en inglés y en japonés.

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